Personales

- Nombre: Andrea

- Apodos: Ninguno que quiera compartir.

- Edad: 24

- Cumpleaños: 14 de enero

- Nacionalidad: Mexicana

Son varias razones. La primera es porque este es un club al que le tengo mucho cariño, si bien no soy escritora disfruto demasiado de los libros y de las lecturas que los usuarios comparten en este rincón. De ahí mi segunda razón: No podía comentar ni compartir nada si no estaba inscrita en el club. Las demás tienen que ver con propósitos más personales y quizá menos relevantes para los propósitos de este tema.

Espero pasar buenos ratos leyendo las creaciones de los demás usuarios y si en algún momento me encuentro muuuuuy de buenas compartir algo mío, mientras tanto, como dije arriba, pretendo compartir algunas cosas que me gustan o me llaman la atención en este pequeño mundillo de las letras. 

Historias colectivas o el desarrollo de alguna historia bajo términos específicos.

Supongo que hay dar más movimiento al club en cuanto a contenidos. 

No lo recuerdo con exactitud, pero del primero que tengo conciencia fue Viaje al centro de la tierra de Julio Verne... De hecho, lo robé de la biblioteca y aún lo conservo

El universo elegante de Brian Greene, es justo el tipo de libro que las personas como yo, con curiosidad pero poco cerebro para cosas como la física cuántica, necesitan en su vida. Es muy ligerito y tan fácil de leer que cuando acabas te sientes todo un erudito.

Novelas de cualquier tipo, adoro las historias largas que te permiten enamorarte de un personaje y comprenderlo un poquito más a fondo.

Mi librero está lleno de libros de ficción así que podría decir que ese es mi favorito y el más frecuente. Sin embargo, realmente no me molesta leer casi cualquier tipo de libro, por el contrario me encuentro con bastante frecuencia buscando muevas cosas para leer. Si es algo que me carcome el cerebro y me deja confundida un buen rato, mucho mejor.

¿La Biblia?... No lo sé, quizá alguna enciclopedia.

Aquí podría entrar en detalles sobre el criterio y las habilidad para conseguir ver más allá del párrafo pero meh’... Lo fundamental son las ganas de leer, no importa si es Paulo Cohelo o Shakespeare, un buen lector es aquel que simplemente lee lo que le gusta porque le gusta.

Lo he pensado bastante, y creo que elegiré el Ramayana porque es demasiado épico (en todo sentido), como para no hacer una mención de el por aquí...

¿Puedo hacer trampa? Porque el Antimaquiavelo de Fritz es toda una joya que debería ser más conocida aunque sea para ponerse a debate con su opuesta.

La colección completa de Los Guardianes de la Infancia de William Joyce, si hasta parece que me pagan. 

Cualquier cosa que haya escrito Savater... No se hagan ese daño.

Charles Pierre Baudelaire, de los poco sujetos que me han hecho leer poesía y encima de todo, disfrutarla.

Debo confesar que siempre que me preguntan por una cita pienso en esto:

Pero pensándolo mejor (y con esto me refiero a que revisé cada libro del que me acordé para encontrar algo con más contenido que un zorro autodeclarándose parte de su especie), una bastante más contundente:

Nos cuenta la épica historia de Rama, el príncipe desterrado de su reino junto con su esposa, la bella Sita quien es secuestrada por Rávana, un demonio de diez cabezas. 

Esa es en esencia la historia que se cuenta a lo largo del libro, pero la verdad es que la descripción le queda bastante corta. Un relato interesante lleno de criaturas y lugares tan extraños como hermosos, un montón de escenas de batallas que fácilmente podrías recrear en tu cabeza y personajes que, aunque no sepas cómo pronunciar sus nombres, sí que logras identificarte con ellos en algún momento de la historia. Incluso podrías aprender un par de cosas interesantes y funcionales.

Podría hablar todo el día de Fritz, es uno de mis personajes históricos favoritos sino es que el más, pero por ahora me limitaré a hablar de su obra. Y dice así:

“Un chiquillo se sentó un día a escribir una obra que refuta, párrafo a párrafo, El príncipe de Maquiavelo.”

No hace falta más, un joven Federico de 28 años (y cabe recalcar que aún no fungía con las tareas que el trono demanda) decidió que no estaba de acuerdo con el florentino y se sentó a escribir y hacer correcciones acorde con lo que su visión un tanto utópica de la manera de reinar le dictaba... Después no llevó a cabo mucho de lo que dijo, pero eso es parte de ese mal chiste llamado política.