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La consigna histórica del castrismo Patria o muerte que aparece grabada en el borde de las monedas cubanas.
La proclama que en su día entonaron el Che y Fidel ha sido contraatacada en las últimas semanas con música.

Una canción, Patria o vida , escrita por Yotuel Romero, uno de los fundadores de Orishas, e interpretada por algunos de los músicos cubanos más punteros del momento se ha convertido en un himno de esperanza dentro y fuera de la isla para aquellos que se atreven a exigir cambios, incluso cantando y bailando. “No más mentiras. Mi pueblo pide libertad. No más doctrinas. Ya no gritemos patria o muerte, sino patria y vida”. Estas son algunas estrofas de una canción que desgarran en un videoclip coral y contundente grabado en Miami con Yotuel, los integrantes de Gente de Zona, Alexander Delgado y Randy Malcom y el cantante y compositor Descemer Bueno.

Pero el valor del vídeo está en la participación de los raperos contestatarios El Funky y Maykel Osorbo, que siguen viviendo en Cuba y que lograron, a escondidas y bajo presión, conseguir los medios técnicos y el espacio para grabar las imágenes de su participación y que estas cruzaran las pocas millas que separan la isla del continente americano para incluirse en la pieza.

En apenas dos semanas Patria y vida ha logrado más de dos millones de visitas en YouTube y una repercusión dentro de la isla que ha forzado a las autoridades cubanas a iniciar una campaña de desprestigio del tema y de sus autores desde la televisión estatal y Gramma . Durante varios días el periódico oficial ha dedicado su portada y amplios artículos a defender la consigna castrista. En una de las columnas de opinión de esta semana titulada precisamente “Patria o muerte” se calificaba el tema de “trapero” y “cobarde” y a sus intérpretes lo más bonito que le decían eran “ratas”. Un texto que advertía de que “no hay tiempo para amilanarse ante esos que pretenden pisotearnos la patria con una canción” En las calles de la vieja Habana sin turistas por la pandemia, mientras los vendedores del Gramma reparten el mítico diario, de las ventanas y azoteas de muchas casas destartaladas se escapan bien alto las estrofas de una canción que ha removido conciencias. “Entre tú y yo hay un abismo. La dignidad de un pueblo entero pisoteado a punta de pistola y de palabras que aún son nada”, cantan al Gobierno.

Y entonan juntos un estribillo que es toda una declaración política:
“Se acabó, ya se venció tu tiempo, se rompió el silencio”.

El rap, la canción, el tema o el himno ha logrado colarse en la agenda política del Parlamento Europeo. Invitados por la vicepresidenta de la cámara para asuntos de América Latina, Dita Charanzová, y por varios eurodiputados del grupo Renew Europe y el Partido Popular Europeo, varios artistas cubanos desde Miami, Madrid y el artista Manuel Otero desde la isla participaron el viernes en una sesión telemática para contar su experiencia y su visión de la situación actual de la isla.

Solo en ese contexto de hartazgo, de cansancio en medio de una crisis económica galopante y una escasez agravada por la pandemia, se entiende lo que ocurrió en la isla a finales del 2020.
En ese momento fue arrestado el rapero y activista opositor Denís Solís González, integrante del Movimiento San Isidro, que reúne a sectores de la disidencia cultural. Su arrestó provocó una respuesta inédita en el sector artístico e intelectual cubano, con encierros, protestas y huelgas de hambre.

“Toda la mitología de la revolución se está desmoronando. Solo pedimos al resto del mundo que deje de mirar hacía otro lado”, sostiene Alexis Valdés.

Fuente: La Vanguardia