Foro Anime - Sitio de Anime, Manga, Comics y Videojuegos.

Versión completa: Relato - Sugestión
Actualmente estas viendo una versión simplificada de nuestro contenido. Ver la versión completa con el formato correcto.
Sugestión
 
 
Un par de velas iluminaban la habitación. La tenue luz se mezclaba con un brillo parpadeante que entraba por la ventana, proveniente del neón de un negocio cercano.

Jon se miro frente al espejo, dubitativo. Dio un paso atrás, no tenia nada que demostrar a nadie, o quizás solo era una manera que tenia para justificarse a si mismo, las palabras que había dicho durante toda la noche. Sus ojos se posaron sobre las velas, la cera caía por el lateral de estas con calma, en perfecta armonía con el silencio de la noche, Jon se acercó a ellas y las apagó. Se acerco a la cama y se sentó, recordando la conversación que había tenido esa noche.

Horas antes, Jon se había reunido con dos amigos para tomar algo y aprovechar los últimos días de septiembre antes de que llegaran los días de frío y las horas de estudio inundaran sus vidas. Luis y Mónica estudiaban en la facultad de antropología y Jon en la de medicina, aunque siempre habían estado juntos desde preparatoria. Cuando entro a un viejo bar los vio mirando un antiguo libro y hablaban apasionadamente sobre algo, seguramente algún tema de los que el no entendía. Pidió una copa en la barra y se aproximo a la mesa donde le esperaban sus amigos.

Hola chicos. - saludó Jon – ¿discutiendo otra vez?

Nada de eso. - Le sonrió Mónica – hemos encontrado un hechizo en este libro para ver tu muerte reflejada en un espejo, como en las leyendas de instituto cuando eramos críos, pero llevadas a cabo por distintas civilizaciones a lo largo de la historia.

Seria interesante ¿ no crees? - le dijo Luis mientras le guiñaba un ojo

No me puedo creer que le hagáis caso a esas tonterías – dijo en un tono burlón. En serio si quisiera escuchar tonterías vería mas la televisión.

Bueno entonces si crees que son tonterías, te atreverías a probarlo ¿no? - le reto Mónica

No pienso perder el tiempo con ese tipo de cosas, me vería estúpido intentándolo. - le reprocho Jon con una mirada vacía.

Bueno si no te atreves no pasa nada, pero no deberías burlarte de algo solo por que te da miedo. - le dijo Luis intentando picarlo.

Esta bien, lo probare, total, no son mas que tonterías – dijo finalmente Jon

La noche transcurrió mientras hablaban de otros temas, hasta que finalmente volvieron a sus casas.


Jon miro el despertador en su mesilla de noche, sin alcanzar a ver la hora que marcaba se puso en pie y volvió al cuarto de baño. Cuidadosamente encendió las velas y abrió el grifo del agua caliente. El vapor empezó a empañar el espejo. Con éste empañado, Jon cerró los ojos y pasó la mano por encima del espejo, dejándolo limpio. Serio y concentrado abrió los ojos.

Miraba su imagen al otro lado del espejo, y sorprendido de si mismo por lo que estaba haciendo, soltó una sonora carcajada, apago las velas y mientras volvía a su cuarto resbalo, notó el golpe de su cabeza contra el suelo y perdió el conocimiento.


El sabor dulzón de la sangre cuando despertó era inaguantable. Sintió un poco de angustia y mareo e intentaba ponerse en pie, pero su cuerpo no respondía. Cuando miro su cuerpo, vio que éste estaba lleno de cortes profundos, la sangre lo inundaba.

Despertó de repente, con un gemido ahogado, mientras aun en el suelo intentaba levantarse, solo había sido una pesadilla. Abrió el grifo y se lavo la cara y la boca, que aun parecía mantener ese sabor dulzón que lo había invadido en sus pesadillas. Rápidamente se metió en la cama, solo había conseguido perder el tiempo y quedar como un idiota.

Cuando sonó el despertador al día siguiente sentía un profundo dolor de cabeza se puso en pie rápidamente, tenia mucho que hacer esa mañana. La pila del baño aun tenia restos de las velas de la noche anterior, suspiro con mal humor y dejo su limpieza para luego, quería llegar cuanto antes a la facultad para empezar con el papeleo antes del curso. Al salir de la ducha noto como el espejo estaba empañado, paso su mano por encima para limpiarlo un poco, cuando su antebrazo se vio reflejado en el espejo tenia un corte profundo casi cauterizado, se sobresalto y se miro rápidamente, no tenia nada, sus pesadillas aun le estaban jugando una mala pasada, se acabo de vestir y salio de su apartamento malhumorado por lo sucedido.

Luis y Mónica lo miraban desde el otro lado de la cafetería, cuando se acerco enseguida se dieron cuenta de sus ojeras y mal aspecto que poseía.

Menudo aspecto ¿que te a pasado? - le pregunto Luis mientras le ofrecía una silla para sentarse junto a ellos

He pasado mala noche – le contesto secamente mientras abría el sobre de azúcar de su café

¿No te habrás tomado muy en serio lo de tu propia muerte y te a quitado el sueño? - le dijo en tono burlón Mónica – deberías de dejar de creer en supercherías.

¿Aun estas con eso?, con todo lo que esta por llegar este curso te dejare a ti ese tipo de temas – le contesto sin hacerle mucho caso

El día transcurrió rápido entre papeles y colas en la facultad, al volver al apartamento se tiro en la cama de golpe y miro hacia el cuarto de aseo, al mirar al espejo no podía sentir mas que nauseas y recordar la sensación de la sangre en su boca, se metió en la cama sin querer pensar mas en el suceso.

Se despertó sobresaltado durante la madrugada, otra vez las pesadillas donde estaba lleno de cortes y la boca llena de sangre. No aguanto mas, se levanto a toda prisa, cogió el espejo del cuarto de baño y bajo las escaleras de casa cargado con el pesado espejo.

Al llegar a un contenedor se acerco al borde donde un montón de cajas reposaban, a dejar el espejo, cuando lo apoyó, resbaló. Las cajas cedieron encima suya y partieron en grandes pedazos ese objeto que lo había inundado de malos sueños, los trozos se clavaron en sus brazos y pecho. Nervioso pataleaba e intentaba gritar sin éxito, cada vez todo se parecía mas a su pesadilla, de alguna manera creyó que era su final.


De repente un par de manos lo agarraron por los hombros y lo sacaron de ahí.

Tranquilo chico – dijo un hombre vestido con ropa de trabajo – te llevare al hospital no te muevas.


Cuando logro tranquilizarse se miro y solo tenia un par de cortes sin importancia. Decidió no contarle nada a sus amigos, desde esos días aprendió a no subestimar el control que la mente puede tener sobre sus miedos.



Gracias a todx quien se haya pasado por aqui a leer este relato. Un saludo ^^