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Versión completa: Ausencia
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Comparto este poema que creo que es el más antiguo de todos los que he puesto, pero es que lo releí ayer y creo que tengo que publicarlo por aquí.

AUSENCIA

Esta noche un chirrido atormenta mi oído:
es un tintineo de cristal quebrándose lento.
De nuevo estoy ante ese doloroso sonido
provocando mis lágrimas en aumento.

Me visita ese fantasma que me aprieta
en noches tan tristes como la de hoy.
¿Cómo pretendes que esté contenta
si ni tú te marchas, ni yo me voy?

Siento nostalgia de haberte perdido,
extraño las cosas que no pudimos vivir.
Hermano querido, mi más que amigo,
a veces el amor consiste en dejar ir.

Por esa razón siento que te desprecio,
porque soy incapaz de verte marchar.
Este géiser rebosante de aprecio
un día por dentro me va a matar.

¿Cómo explicarle a mi corazón tu ausencia
si por más que te empujo no desapareces?
¿Cómo explicarle que no olvide tu presencia
porque en su vida un lugar te mereces?

Si eres tú el que con tu recuerdo me daña,
si eres tú el que desmontas mi mundo,
si eres tú que con tu madurez engañas
y transformas mi infancia en un segundo.

Tú, ese ángel con un ala partida;
tú, ese camino que dejé de recorrer;
tú, ese hermano de la vida
cuya alma ya no pude ver crecer.

No puedo con este callejón sin salida,
tus pasos no me dejan avanzar.
Golpeo con fuerza el muro por si me inspira
y consigo dejar fluir este malestar.

Este es el continuo tropiezo de una piedra
con la que nunca me canso de tropezar.
Me duele, me hiere, me atormenta,
pero con tanto traspiés, la aprendí a amar.

Y de vez en cuando apareces guijarro en mano,
ofreciéndolo sin dudas y sin dejar de temblar
porque aunque tú no quieras ayuda, hay un gusano
que carcome tus entrañas y no para de agujerear.

Así que, oigo tu alma gritar y mis oídos
sufren la experiencia que no puedes contar.
Lo que cuentas nos mantiene deprimidos
y lo que callas nuestro interior hace enfermar.

¿Cómo ayudarte si tu camino se desvió hace tanto?
¿Cómo decirte que estoy sin que parezcan palabras vacías?
¿Cómo abrazarte de nuevo después de todos estos años
si la distancia ahogó a aquellos niños en esos días?

Maldita ausencia, maldita distancia,
maldito mundo enfermo que tuvo que separar
a estos hermanos de elección cuya fragancia
nunca más nadie podrá volver a disfrutar.



Uno de los traumas más fuertes de mi vida es que arrebataran a mis amigos de la infancia (dos hermanos, el mayor era dos años más pequeño que yo; el menor, cinco) la vida que ellos tenían. Por cuestiones familiares de ellos, acabaron en un centro de acogida, muy lejos de mí. Y más que amigos, lo cierto es que éramos como hermanos (así nos llamamos en la actualidad, de hecho). Entonces... Fue una despedida muy dolorosa, aunque para ellos supusiese tener una vida mejor. Pero ni ellos querían irse, ni yo quería que ellos se fueran. Y es desde entonces que las despedidas me afectan tanto.
El poema lo escribí porque después de algunos años sin vernos, de vez en cuando el mayor vuelve a la casa donde vivía y, como éramos vecinos de bloque, pues coincidimos, o se acerca a verme... Y eso ahora lo llevo bien asimilado, pero las primeras veces era muy doloroso, aunque me gustase verle.